vulgar chica especial

Principio del relatillo

Yo sólo soy una vulgar chica cualquiera. Bueno, en realidad soy peor que eso, soy especial (dícese arrugando la nariz). No soy guapa, ni de tu tipo; ni me sale de manera natural la simpatía. No logro ser amable ni cariñosa desde el momento cero. Me cuesta todo un mundo y me tengo que esforzar. Relajarme, coger confianza, que salga mi yo real, para mí es muy difícil. Casi siempre opto por callar. Y no suelo mostrar mis sentimientos. Supongo que es un disparate. En cualquier caso, soy una perdedora y siempre me rechazan y me destrozan el corazón, casi mejor que sea cuando sabes que no has dejado nada en el tintero, ninguna reserva de lo que eres en verdad.

Podría verbalizar todo lo que ya sabes que siento y…no, me paraliza el miedo. Ya he pasado por esto. Confundir términos, montarme películas, explicitar las cosas sin necesidad, obligar a que te escupan en la cara la realidad, sufrir. Pero, ¿y si suena la flauta?...No, no creo en los milagros. No diré nada.

Pero podría ser lo que tú quisieras que fuese. Si crees que te ahogas y necesitas un flotador, me transformaré en tu transatlántico de lujo, con una piscina enorme, y no tropezaremos con ningún iceberg, puedes estar segura. Si necesitas ver las cosas desde otra perspectiva, me transformaré en un gigante de 500 metros, te subiré a mis hombros, te acunaré en mi regazo... Si precisas un pañuelo, me transformaré en una sábana de 90x90 y podrás usarla a tus anchas, créeme si te digo que no me importará encontrarme con tus mocos. Si los demonios te comen por dentro, organizaré un ejército de ángeles, nos miniaturizaremos y nos meteremos en tu cuerpo y no cejaremos hasta derrotarlos a todos y hacer que vuelva a brillar de nuevo el sol. Entonces se verá todo distinto y sonreirás, con la boca, con los ojos, con el alma. Y yo contigo. Si te odias, te haré mirar las cosas a través de mis pupilas, y verás justo el lado contrario. Si tu autoestima está tirada como una colilla, yo la recogeré y la encenderé de nuevo –tengo un montón de mecheros, alguno irá bien- y arderá, lo hará, es la primera ley de la química universal: toda colilla expuesta al mechero adecuado, arde y se regenera. Si quieres que te saque a pasear, te tomaré de la mano y te llevaré al paraíso a caminar, ya discutiremos dónde nos queda eso. Si te sientes sola y vacía aun rodeada de mucha gente, me desmarcaré del resto y me acercaré para acompañarte y rellenarte. Si parece que el mundo que antes te acogía se ha olvidado de ti, siempre podrás contar conmigo. Si deseas hablar, te escucharé. Si quieres escuchar, hablaré… aunque me cueste horrores… Y si necesitas distraerte, me inventaré miles de historias para ti. Si quieres reír, contaré chistes, imitaré a la gente, y me pondré a ser más divertida que cualquiera de Cai. ..Me esforzaré al máximo para ser mejor, para merecerte y ser digna de ti… Y si deseas que te abrace, lo haré, podrás dormir apoyada en mi pecho, rodeada por mis brazos. Si quieres que te bese, aquí están mis labios, dispuestos a todo, anhelando tu piel… Haría cualquier cosa que quisieras, que necesitaras, que desearas.

Y ojalá algún día de manera casual, como si no fuera con nosotras, tal vez en un día de lluvia -me gustan ésos- me dijeras que me amas mirándome a los ojos, con transparencia y sinceridad. Yo sopesaría el poder que me concedes en esos momentos, te podría rechazar y destrozarte. Decir “pues yo no te quiero”. Y musitar un lo siento. Y el consabido, “pero podemos ser amigas”. Aunque ya sabes cuál sería mi reacción. Me derretiría. Se me anegarían los ojos de lágrimas y balbucearía, “yo también”… “mucho”. Pero no, no creo en los milagros. No dirás nada. De hecho, tal vez lo único que quieres, necesitas y deseas es que me evapore, que desaparezca y me pierda. Porque yo sólo soy una vulgar chica especial.

Fin del relatillo

Y ahora una canción de Chenoa, que dicen que es muy optimista (la canción, digo). He de confesar que la única vez que mandé un sms a un programa de la tele, fue para decir cuando OT1 “Ganador Chenoa”…Y quedó la cuarta. Pero “tengo… tan buena suerte”.