Es absolutamente necesario tener una ilusión en la vida, una meta. Si no, nada tiene sentido. Y tiene que ser algo con fundamento, con enjundia. No vale pensar en el bombón de chocolate que te tomarás al llegar a casa, en el trapito que te comprarás mañana, o en la peli que verás el fin de semana (o la borrachera que te meterás o la maría que te fumarás). Eso sirve a corto plazo pero solo si en el horizonte hay algo más grande. En caso contrario, al final te acabas de hartar de las pequeñas ilusiones cotidianas que en realidad no son más que anécdotas que pasan sin dejar apenas huella (bueno, una resaca tiene su aquel, claro). Tienen que ser ilusiones en forma de grandes temas, como el amor, una nueva vida –literal- a tu vera, ¿un trabajo mejor? No tengo muy claro que eso sea ilusionante, aunque si va acompañado de mucho más dinero…pero siempre habrá más responsabilidad, quita, quita. Pero sí tal vez valga un trabajo que te realice más allá del dinero que te pueda dar. También puede valer salvarte de una enfermedad jodida, aunque eso es como mis resurgires de las penumbras de la resaca: coño, soy feliz, pero más lo hubiese sido si no hubiese pasado por el infierno de la propia resaca, ¿no? Un viaje de finde o vacas, sin más, tampoco creo que sea para tanto, se clasificaría en “pequeñas ilusiones cotidianas: nivel avanzado”.
En mi horizonte (lejano, de aquí a dos meses) se cumpliría mi ilusión grande que sería volver a reencontrarme con ella. Pensar en eso me da fuerzas para seguir de pie, para sonreír aunque esté jodida, para conformarme con las “pequeñas ilusiones cotidianas: nivel básico”, para no pensar en el suicidio, para estar contenta y feliz dentro de mis limitadas posibilidades. Pensar que a pesar de todas las pequeñas miserias y/o naderías del día a día al final hay un premio gordo, cuando vuelva a pisar el aeropuerto de Barcelona camino de Tenerife norte, donde se supone estará ella. Transformar la gran ilusión en cotidiana y dosificarla sería lo ideal. Que al llegar a casa no te esperara una cervecita o cigarrito o bombón de chocolate o un gato maullando o un house ladrando sino la persona amada, con todas esas pequeñeces o sin. Pero como dice mi adorada mamá de gia hay que bailar al son que toquen. Y he de conformarme con las pequeñas ilusiones cotidianas en el camino (largo aún) de la gran ilusión (que al menos no es una utopía ya, que en principio existe y será, Dios mediante, y es que la verdad es que hemos avanzado mucho desde hace un año).
The Police:
Every breath you take
Every move you make
Every bond you break
Every step you take
I'll be watching you.
Every single day
Every word you say
Every game you play
Every night you stay
I'll be watching you.
Oh can't you see
You belong to me?
How my poor heart aches
with every step you take.
Every move you make
Every vow you break
Every smile you fake
Every claim you stake
I'll be watching you.
Since you've gone I've been lost without a trace.
I dream at night, I can only see your face.
I look around but it's you I can't replace.
I keep crying baby, baby please..................
miércoles, 25 de octubre de 2006
ilusiones cotidianas.... y grandes ilusiones
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