martes, 11 de julio de 2006

de pequeña también era torpe

Mi madre me cuenta, yo no me arrecuerdo, que un día en el pueblo me caí rodando por las escaleras. Tendría dos o tres años. Ella subió a la cámara de la casa de sus padres a por patatas y no cerró la puerta. Yo la seguí gateando por las escaleras, que siempre son repentinas y están hechas con el culo y no cabe ni el pie. En silencio. Ella se giró al llegar arriba y me vio casi llegando al final de las escaleras. Según dice, me dijo “hijita, éstate quietecita”, pero ya no pudo llegar a donde estaba, yo me intenté poner de pie y me caí patrás, revoloteando escaleras abajo. Ella se dio un buen susto y creía que me había matao. Pero sólo me hice un chichón, y lloré. Claro que desde entonces no carburo demasiado bien. Y he salido lesbiana. Todo por un golpe, culpa del que hizo las escaleras de las cámaras de los pueblos extremeños.

Otro día, tendría yo cuatro o cinco años, me perdí en la playa. Era por la tarde, estaba con mis padres y con mi tía. Y estaba correteando por la orilla. Teníamos sombrilla por aquel entonces, pero mi padre la replegó mientras yo en la orilla y me quitó el punto de referencia. Cuando quise volver, no tenía ni puta idea de dónde estaba. Y salí por un lado donde había una sombrilla similar, pero no era. Así que me angustié y empecé a llorar. Un hombre me atendió y le dije que me había perdido y él dijo que buscaríamos a mis padres y si no los encontrábamos me llevaría a casa (yo sabía ya la dirección por aquel entonces). Al final nos topamos con mi tía. Sería la vez que más ilusión me ha hecho verla. Creo que ese hombre no era un pedófilo Si eso llega a pasar hoy en día, creo que habría habido muchas más posibilidades de que quien se interesara por mí hubiese sido un pederasta, pero en la antigüedad yo creo que no había demasiados de ésos. Y es que al pasar el tiempo, la gente se ha vuelto más loca, más violenta, consume más sustancias raras que te destrozan por dentro, el mundo se ha vuelto más competitivo y cruel y una de las consecuencias ha sido el crecimiento de, entre otros, esas cosas llamadas pedófilos o los que torturan a animalitos. Es una forma de sacar la violencia, la frustración y la locura, ensañándose con los más dulces e inocentes. Amos, eso creo yo.

La porca Italia ha ganado el mundial, como no podía ser de otra forma, a la italiana, jugando a defenderse. E insultando gravemente a mi Zinedine para que perdiera los nervios y diese un cabezazo de carnero en su último partido. Estos mafiosi!. Claro que a partir de ahora me tengo que hacer italiana piano piano, puesto que en el madriz está ya Capello y dicen que vendrán Cannavaro y Zambrotta (o incluso Toni). A ver si es para ganar títulos ya. Tutto bene, buon giorno, baci a tutta la gente. Hala, ya me estoy transformando, ahora me pondré a comer pasta, pizza, panini y así día sí y día también.

La Pausini:

Non c'è , non c'`e il profumo della tua pelle
Non c'è il respiro di te sul viso
Non c'è la tua boca di fragola
Non c'è il dolce miele dei tuoi capelli

Non c'è che il veleno di te sul cuore
Non c'è via d'uscita per questo amore
Non c'è, non c'è vita per me, più
Non c'è, non c'è altra ragione che mi
Liberi l'anima

Incantenata a notte di follia
Anche in prigione me ne andrai per te
Solo una vita non basta
Per me

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tb me caí por las escaleras, con un año y medio. rodé y caí de cabeza (que era y sigue siendo lo q más me pesa) y me abrí una brecha pequeñita, pero mi padre se puso histérico de ver a mi madre histérica por tanta sangre, y yo de verlos a ellos tb me puse histérica y creí que iba a morir, sin haber cumplido los dos años, y mi padre se puso tan histérico de verme histérica que me dio un bofetón increíble (increíble para alguien q no ha cumplido los dos años). Y me calmé. Puso un par de puntos de esparadrapo y una gasa en la pequeña herida y me llevaron al hospital (Creo). Lo importante de toda esta historia es que recuerdo las escaleras (En mi memoria fui yo quien decidió tirarse y rodar cabeza abajo) y recuerdo las paredes de color verde de la habitación de mis padres y recuerdo la hostia q me dio mi padre aunque nadie se lo pueda creer.
Dicen q los niños son de mantequilla, q basta una mala mirada para q comprendan que "por ahí no". Mi padre debió creer toda mi vida que yo era retrasada y no sería capaz de comprender sus mensajes educativos a no ser que me los grabara con fuego. Y sí q me los grabó. ¿grabar es con "b" de burro? o con "v" de vas a aprender tú lo q es la vida? Bueno lo importante es que hoy intento borrar algunos de esos mensajes como por ejemplo "no debes tirarte por las escaleras aunque seas infeliz de una manera insoportable" o "si eres tan torpe y lenta nadie te querrá" o "no te sabes defender y debes odiarte a ti misma por ello".
Mi padre es un viejo extraño al que quiero y rechazo a partes iguales. Se cabrea mucho cuando no consigue llevar el plato de sopa sin derramar nada hasta la mesa. Y a mí en esos momentos me cae bien y me hace reír un poco..

Anónimo dijo...

Yo también me perdí en la playa. Yo no me acuerdo pero mi madre me lo ha contado un montón de veces siempre con el mensaje subliminal de que fuí yo, la muy torpe, la que se perdió con el único propósito de hacerla quedar mal a ella. Igual q cuando me perdí en un supermercado de estos enormes. De esto sí me acuerdo. A mi madre no le sentó bien la vergüenza de que la llamaran por megafonía y la bronca posterior que le echaron los empleados del super. Y claro, lo pago conmigo.
Bueno esto ya parece la consulta de un psicólogo, todas aquí hablando de nuestras infancias...