sábado, 1 de agosto de 2009

el poder del interné

Hola, holita, lectorcillas (dos o tres) que me seguís (a veces). El post de hoy es raro y malo, ya aviso, versa sobre el poder del interné y lo escribí hace tiempo aunque lo publico hoy, más que nada para que no penséis que me he muerto. Que no, aunque sí. Es igual. Han pasado cosas en mi vida, o en las afueras, no sé si importantes, pero realmente no buenas. Es como si me hubieran dado una vuelta en una noria a 300 km/h y me hubieran golpeado repetidamente en la cabeza en el ínterin. Y ahora estoy noqueada y asustada y obviamente en el suelo, de nuevo, un suelo de arenas movedizas. Yo que a lo único que aspiro es a dormir tranquila en tus brazos y sonreírnos con complicidad al amanecer, mientras no cesamos de prodigarnos caricias. Pero ya se sabe que si no estás buena hay aspiraciones que carecen de sentido. Recupero el tema, el poder del interné, escrito antes de que se desataran la lluvia y las tormentas…

Había renegado de AdG últimamente, ya no me parecía tan buena la serie, pero el capítulo que cierra la quinta temporada, fue genial, al menos los últimos minutos. Yo casi nunca suelo sentir cosas físicas cuando veo la tele o una peli, leo un libro, observo un espectáculo o escucho música. Pero a veces me pasa. Así, lloré viendo “Solas”, por ejemplo, o escuchando en algún momento dado alguna canción; sentí mariposas en el estómago alguna que otra vez cuando Zidane ejecutaba sus ruletas con esa elegancia de bailarín que le caracterizaba (y si no hubiera estado tan nerviosa, hubiera tenido un orgasmo con el gol que nos dio la novena Copa de Europa); y la noche que vi aquel último capítulo sentí un escalofrío real cuando un George moribundo e irreconocible le hace saber a Meredith que es él, dibujando un 007 en la palma de su mano. Y a lo que iba. Eso me pasó porque resistí la tentación de leer en Internet a los que ya habían visto el capítulo. Si lo hubiera hecho, ya no hubiese tenido gracia. Porque en interné está todo, todo (o casi). Sin embargo, cometí el error de leer otra información que hace que sepa como continuará. Atención, spoiler: El que la palma es él, Izzie sobrevive. Y es que había una noticia diciendo que T.R. Knight no seguirá en AdG la próxima temporada y que Katherine Heigl, pese a los rumores y polémicas, sí. Yo creí que al pobre George lo iban a enviar a Irak, como estaba planeado, y así ya se solucionaba su marcha, pero tal como lo han hecho, mola más. Lo que está por ver es en qué estado dejan sobrevivir a Izzie. Yo creo que se quedará pallá o algo así, porque una de las quejas de la Heigl era que no le daban tramas de enjundia que supusieran un reto interpretativo para ella. O similar.

Pues sí, el poder del interné. Allí está todo (o casi). Incluso información –confidencial o no- de la gente anónima, quicir, no famosa. Ya comenté en otra ocasión que yo aparezco un montón de veces en mis diversas facetas. Si cualquiera me busca, me encontrará, y podrá decir “ah, he descubierto que tal…”. Pos vale, que te aproveche. Pero, vamos, tú buscas cosas de la gente que te importa (para bien o para mal), no de los que te dan lo mismo. A no ser que seas mu mu cotilla, de los de premio, vamos. Concretando, que me pierdo, que el otro día me dio por buscar información de mis amores platónicos heteros. Sip. Y descubrí cosas, faltaría más. Así, mi primer amor (yo tenía 7 años) está casada y ha tenido problemas de fertilidad que le han obsesionado. Por su foto en el facebook, sigue igual de guapa que cuando niña. Sin embargo, otro de mis amores, a tenor de la foto que la he visto, ha perdido mucho: valía más de pequeña. Otra de ellas (sí, yo es que en amores platónicos infantiles/juveniles siempre he sido un poco puta, mariposeando de aquí para allá) se sacó un doctorado en algo súper complicado e inteligente de la rama de ciencias de la salud (mucho más lista que yo, fíjate). A otras no las pude rastrear porque no me sabía u acordaba de los apellidos, mecachis. Algunos amores platónicos olvidados, sin embargo, me vinieron a la mente rastreando los amigos facebookeros de las anteriormente susodichas. Era algo así como “ey, esta tía también me ponía de cría, coño, ya no me acordaba”. Pero, ojo al dato, de la tía que más me robó el corazón (todos los años del instituto, de hecho) no he encontrado nada de nada reciente... Y eso que me sé un montón de datos al respecto que podrían ser útiles. Sus apellidos, cuantos hermanos tenía y sus nombres (ni rastro de ellos), donde vivía en aquellos tiempos (pista inútil)… Llegué al facebook de su prima, pero entre sus amigos (bastantes) no encontré a ninguno de ellos... También llegué via facebook a una amiga suya íntima del insti (casada y con un niño, por cierto) y cuando pensé, ahora sí saldrá, ahora sí… resulta que esta mujer sólo tenía 9 putos contactos de mierda (coñio, hasta una autista como yo tiene más) y ninguno era mi chica. Y así me quedé. Sin nada de nada. Y pensé, ¿habré soñado a esta mujer? ¿me habré inventado hasta su árbol genealógico? ¿han sido abducidos? ¿murieron antes de la era internetaria? ¿cambiaron de identidad? ¿Por qué? No digo yo que no haya gente al margen de las nuevas tecnologías, pero éstas no pasan de ti. Acabo de buscar a mi prima, la que aún habla menos, que si le dices algo sobre el ratón, puede contestar algo así como “¿dónde está el ratón? trae la escoba que lo espachurro ahora mismo”, y también estaba….siempre hay multas, pagos atrasados, subvenciones recibidas, qué sé yo. Algo que te indica que existe, que ahí está tocando los webs de algún modo u otro. Y dices, “anda, mira” y sonríes (o no). Hum, pero de ésta, nada de nada. Rabia me dio, coñio! De modo que el interné es poderoso, pero no omnipotente. He dicho. Ay, mis amores platónicos heterillos, qué tiempos. Luego llegó la época universitaria, la de salir del armario, la de enamorarme de mujeres bolleras que básicamente, también, y sin excusa de opción sexual mediante, se fijaban antes en una minúscula mancha en la pared que en mí…Ah, pero -como dicen en la deliciosa “Irma, la dulce”- that’s another story.

3 comentarios:

Izel dijo...

Ay Mac... Si tú tienes más vidas que una gata... solo hay que tener un poco de paciencia...

Me he tenido que saltar el trozo de AdG porque aun voy por la primera temporada y veía que me chafabas el final, joía!!!

Internet de mi no sabe na de na... Pones mis datos y na... encefalograma plano... No debo tener ni multas... jajaja Eso sí... Estoy tan a gustico con mi anonimato...

coses2 dijo...

Pones el nombre de mi madre en Internet (que tampoco es que sea muy común) y te sale una científica que organiza expediciones a la Antártida. Si la buscan sus ex-compañeros de colegio deben flipar...

Plácida dijo...

El rastreo de mis amores platónicos ha sido y sigue siendo una de mis principales distracciones. Recuerdo los 80, cuando las nuevas tecnologías no existían y había que recurrir a cosas como las páginas amarillas: tras algún sutil anzuelo lograbas conseguir la información deseada(segundo apellido del progenitor del objeto de búsqueda); el problema venía cuando era algo así como Rodríguez López o García Sánchez... De todas formas, aunque me hiciera con el teléfono y la dirección, todo se quedaba allí ¿qué iba a hacer y más con mi timidez patológica? ¿ponerme una peluca y unas gafas de sol y espiar sus movimientos desde un banco frente a su portal? Aunque no pasara de eso, me motivaba mucho la idea de acumular información de "la ella de turno" y durante muchos años alimenté mis ilusiones con lo platónico.

En cuanto a tu último post, te diré, como dicen las dos comentaristas hasta ahora, que no creas que todo el que está de vacaciones tiene por qué estar en un estado de alegría, optimismo e ilusión, a veces ni siquiera de descanso. Mi caso es similar al tuyo. Y ya no te canso (más).
Un saludo.