otra oportunidad

Pos el fin de semana estuve en Girona. Tiene pinta de estar bien, aunque sólo paseé un poco por su centro histórico y tal. Y además estaba más pendiente de otras cosas que de la ciudad. Algunas cositas: pues que para entrar a la catedral no hay que subir una escalinata, como erróneamente me dijo una amiga, jijiji, sino 90 pedazos escalones que te cagas. Y como yo miré por los alrededores y ni vi ningún ascensor ni escalera mecánica, y soy un poco perri (meison), y estaba cansadita, lo dejamos correr para un supuesto nuevo viaje en el futuro. Tampoco entramos en los baños árabes ni en otros lados, pero es que íbamos por poco tiempo y con otros pensamientos. Donde sí entramos fue en la esglesia de sant feliu. Aunque básicamente fue porque seguíamos a la competencia: otra pareja de bollis escandalizando el norte de Catalunya. Otra cosa que observé es que de 10 personas que te cruzabas, por lo menos siete hablaban catalán y en los sitios se te dirigen en ese idioma por defecto. Muy diferente a Barcelona. ERC debería estar orgulloso de Girona. Y comí muy bien un día en un sitio de carnes a la brasa. Y poco más puedo contar. Sí, supongo que debería de ir en otro momento, y hacer más caso a la ciudad. O no.

Y debería relajarme más y no pensar negativamente. No dejar que me asalten dudas y miedos. Ni ser tan insegura. Y controlar los nervios. Comunicarme más. Y… Muchas cosas. Intentar no cagarla. Porque, aunque no te lo acabes de creer, la vida a veces da otras oportunidades, bellas y mágicas y no se ha de pensar en el fracaso de las anteriores. Y se ha de disfrutar del momento, e ir paso a paso. Y entregarse sin reservas, con positivismo. Saber y asumir que en toda relación hay cosas buenas y cosas malas y momentos de todo tipo y despedidas que no significan el fin sino el lógico paréntesis antes de continuar, …. Y yo qué se. Que merece la pena hacer el esfuerzo de comportarse de manera adulta, aunque tengas la ilusión de un niño chico cuando vienen los reyes magos a dejar los regalos. Madura y racional, pero disfrutando de la tranquilidad, la paz, el estado levitacional, que te da querer y sentirse querida, en mayor o menor medida. Serena, aunque el corazón te lata más fuerte que antes y amenace con ponerse a galopar de un momento a otro… Y es que pasear de su mano es como tocar el cielo y a veces me dice algunas cosas que me derriten por dentro y cierro los ojos y siento que soy feliz… Y ya está. No voy a escribir más sobre estos asuntillos personales, que luego tó se sabe. Y madre dice que soy una bocazas. Sólo añadir que te adoro, mala malísima.

Me alegro de que Bardem ganara el oscar. Hum, debería ir a ver “no country for old men” en VOS. Me cabrea enormemente enterarme que el madriz está sólo a 2 puntos de los culés ya, perdiendo contra el getafe por un gol ridículo, que no le meterían ni a la clase de p-3 de mi sobrina pequeña. Grrr.