Esto lo escribí hace varios días. Ahora no tiene sentido y escribiría otra cosa, triste y desgarrada. Pero no tengo ganas. Así que pongo lo que tenía.
Soy una negada para cien mil cosas, pero sobre todo para ligar. ¿Qué hacer cuando una chica te gusta? Pues sinceramente no tengo ni puta idea. Se me ocurre que podría ponerme exageradamente y trascendentemente romántica-sexual, dejar que mi corazón y mis tripas (léase bajos instintos) se expresen y decir (o escribir, mejor, que una es, encima, cobarde) cosas como: “No puedo ni quiero evitarlo, me estás enamorando. Pienso en ti a cada momento, ardo febrilmente consumida por los deseos que tengo de verte, te necesito. Si me tocas o simplemente si me rozas, un torbellino de pasión me recorre por dentro. Siempre que me miras me entra una urgencia hambrienta de abrazarte y besarte, me gustaría tanto despertar entre tus brazos, hacerte el amor millones de veces, llevarte al placer más extremo…Y cuidar de ti, reírme contigo, mecer tus penas, aliviar tus heridas, mirarte con dulzura a los ojos, sonreírte con complicidad, que me sonrías, que sepas que puedes contar conmigo y creer en mí, que habitemos un espacio para las dos lejos del mundanal ruido, porque te quiero, te amo, blablabla”. La respuesta por su parte podría ser “me abuuuurrrooo”, o “oh, virgen santa de safo, qué horror, he de huir, escapar enseguida lejos de esta plasta”, o “pero mira…ay, es que tú a mi no me gustas lo más mínimo,… es que te equivocas… lo siento, no quiero herirte, pero…ay, pobre, no me llores, mujer”. En cualquier caso sería una pérdida social y una no está lo suficientemente boyante en ese aspecto como para permitírselo. Opción: no decir ni escribir ni mú.
Podría hacerlo al revés, en vez de la confesión, la acción. Podría tontear. Juego de miradas, frases ambiguas, sonrisas pícaras, insinuaciones que se dejan caer, acercamientos tentativos, manos involuntarias, roces aparentemente inofensivos cargados de intrínseca lascivia… Y si hay avenencia y una actitud receptiva por su parte, terminar enrollándose con el objeto del tonteo. Un beso, un magreo buscado y consentido por ambas partes… Eso lo soléis hacer ¿no? A vosotras os funcionará bien, pero a mí no, y es que una es muy seria y no domina el arte del tonteo y podría quedar sumamente ridícula y expuesta al escarnio. Además una posee el don de la inoportunidad. Por lo que justo después del beso, el magreo y tal, lo más probable es que me llevara una soberana guantá, y me dijeran “no, no, ¿qué haces, obsesa sexual desesperada?” o “pero ¿que te has creído, so zorra-guarra de la imaginación depravada?”. Eso en el supuesto de que me atreviera, lo cual superaría como milagro a que Alonso ganara el mundial este fin de semana. Total, en cualquier caso sería también una pérdida social y una no puede permitírselo. Opción: no actuar.
Además, en este sentido, ¿cómo saber si el objeto del tonteo está desarrollando una actitud receptiva que pudiera invitar al tema? ¿cómo saber si interesas a alguien? Porque una también es una negada para captar las señales que puedan emitir hacia mi persona. O no las capto o las descapto. Así, si las señales son relativamente ambiguas, pensaré conservadoramente que son señales de afecto sin más connotaciones de otra índole; no vaya a ser que, empujada por la emoción y la necesidad, haga el triple salto mortal deductivo sin red de “si hasta me das un pico, es que realmente podemos tener algo grande” y la cague de veras. Claro que llevando este principio al colmo del extremismo bien pudiera pasar que alguien me metiera la lengua hasta la campanilla y me dijera que está toda mojada y que yo obviara su beso, tendiera la mano, mirara hacia el cielo y dijese “ah, ¿pero ha empezado a llover?”. Aunque, como bien habéis pensado, a mí es muy difícil que alguien me haga eso, ni que esté harta de vino y más salida que el pico de una plancha.
Pero bueno, es un ejemplo extremista. Supongo que si me insistieran mucho, y de manera clara mejor que ambigua, y una y otra vez, a lo mejor me daba por aludida, al final. Claro que no mucha gente tiene esa paciencia, desgraciadamente y pueden dimitir más pronto que tarde con el pensamiento de “esta tía es tonta, estrecha y además no está por mí”. Y no es eso, no. Es que me he acostumbrado a que lo normal es que nadie me haga ni puto caso. Y cuesta cambiar el chip. Además, total, cuando ocurre el milagro, se va rápidamente, en un suspiro, como lágrimas en la lluvia… snif, snif. En fin, en cualquier caso si alguien me tira los trastos y capto la alusión, entonces me tocaría a mí mover ficha y consentir… o no. Porque corre por ahí el bulo de que a macbollix le gustan todas. Hombreporfavor, todas, todas, todas, tampoco…digamos que casi todas, porque siempre puede haber alguna rara excepción puntual. En cualquier caso, que alguien hiciera caso a una que parece que no está en este mundo de Dios, sería para considerarlo. Y sería conveniente tratar de buscarle subjetivamente su aquél a esa persona y esforzarse en empatar, porque si no, la alternativa es la nada. Pero, vamos, que tampoco hay que obligarse, si el aquél no aparece… doncs no hi ha res a fer.
Y en cuanto a lo de mover fichar yo la primera, pues es mucho el miedo al rechazo que tengo y eso paraliza, es cierto, pero también tiene su lógica no actuar ni decir ni mú porque realmente habría mucho que ganar, pero mucho más que perder. Qué coño ambigua estoy siendo, ¿no?. Ahora venía la frase “pero para ambiguos el tío y la sobrina del vídeo” y pondría un video, pero como he visto que me lo ha pisado dark hace unos días, os vais a su blog y lo miráis allí. Y yo en vez del susodicho video pongo otros: una canción que me mola, versión acústica (flames to dust, lovers to friends, why do all good things come to an end?) y la más bonita historia de amor que últimamente ha dado el cine, la de homer y el cerdo. Encantador el momento híbrido acción-confesión de Homer: “quizá deberíamos besarnos y acabar con esta tensión”. Esa también es una buena táctica, supongo. Ahora sólo tengo que encontrar a mi marrana compatible y atreverme a ponerla en práctica. Podéis esperar cómodamente sentadas.
sábado, 20 de octubre de 2007
sin pudor
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2 comentarios:
Después de este galimatias de entrada (que cosas nos haces leer a las 8 de la mañana grr) yo creo que lo que propones es una encuesta.
Yo voto por actuar. Siempre :)
Yo soy una cobarde... y eso de dar el primer paso me cuesta bastante aunque me estén haciendo señales de humo...
Estoy con Cyllan actuar siempre... Pero como eso del jueguecito sensual me hace parecer un elefante en una cacharrería (sutil que es una) yo opto (si puedo) por hacerlas reir... Mira... a alguna he engañao...
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