jueves, 8 de marzo de 2007

¿felicidad?

El otro día estaba yo con mi niño mirando por la ventana cómo llovía. Pero mis ojos se fueron a posar en la familia de enfrente, asomada a la ventana (una es así, siempre le gustó “la ventana indiscreta”). Era una tía en pijama, con un gato también, con dos niños, tomando un yogurt y viendo llover. Me imaginé que en un momento dado, aparecería el marido por detrás y la abrazaría (o la mujer, que ahora hay de todo, como dijo un día mi padre). Y pensé que eso era la felicidad: la senda de los borregos, que yo un día critiqué (véase mi pasado y mi libro, jiji). No felicidad en el sentido correcto del término, porque como me enteré por la tele que a Antonio Banderas le gusta decir, “la felicidad es como una brisa que de repente te toca” y se va. Son momentitos puntuales. Y de los que a veces no eres consciente hasta que han pasado (de esto también ya he escrito en el webo). But felicidad en el sentido de estar en una situación supuestamente duradera de paz y bienestar. Y para eso es muy importante crear una familia, supongo. No es porque lo haga todo el mundo, borregos todos, es que es la fórmula mejor para lograr la armonía. Y después, dentro de tu armonía, puedes vivir momentos puntuales felices, como cuando el niño pequeño diga por primera vez “coño”, pojemplo, o cuando te pilles las vacaciones con tu pareja y te vayas a una isla desierta, los dos solos, o cosas así. Pero cuando esos momentos pasen cual brisa, quedarás en el estado de bienestar que te proporciona la senda borreguil en la que estás instalado. Si no tienes eso, pasado esos momentos, queda un desasosiego vacío. Claro que no es todo blanco o negro. Puede ser que si la chica de enfrente supiese qué estaba pensando, me dijera “tía, tía, si el cabrón de mi marido ahora está follándose a su puta, y no tenemos un duro, por eso estoy en pijama una tarde de sábado soportando a éstos y con la puta lluvia jodiendo, ¿tú crees que yo soy feliz en algún sentido?”. Pero también hay parejas que se llevan bien y crean una familia estable y contenta. Al mismo tiempo, puede haber gente sola que esté a gusto porque cuenta con su red de amigos incondicionales o por la promesa de un encuentro con un amante ocasional o no, o… Estaba yo pensando así, cuando mi gato me mordió la mano y le tuve que soltar y dejar de mirar por la ventana.


La cabra mecánica:

Felicidad
Qué bonito nombre tienes
Felicidad
Vete tú a saber dónde te metes
Felicidad
Cuando sales sola a bailar
Y tomas dos copas de más
Y se te olvida que me quieres

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