martes, 9 de septiembre de 2008

de viaje de nuevo

Cuando te vas fuera cuatro días, y tomas dos aviones y vas a dos ciudades y estás en diferente planos, que si un congreso, que si una boda, que si la familia, que si el ambiente…cuando regresas parece que pasó un año. Y si encima en esos 4 días duermes como máximo doce horas, y no todas las noches, parece que regresas de la guerra. Pero pregúntame (ay, debo intentar evitar que los latiguillos de cake se apoderen de mí, jiji). Quiero decir que así son las cosas de vez en cuando y que no me molesta en absoluto tener tanto movimiento en tan poco tiempo, ya que la mayor parte de mi vida la dedico a medio hibernar como los osos y estoy demasiado acostumbrada a que nunca pase nada de nada, al menos bueno.

Algunas cosas a comentar, pues que en Santander no estuve a punto de comerme ninguna servilleta enrollada y mojadita este año, porque la comida no fue espectacular esta vez y no pusieron percebes ni cosas así. Además una noche me escaqueé y me dediqué a vagar por la ciudad yo sola. Más tranquila. Me agobian mucho los congresos. Aunque no me escaqueé porque sí ni vagué de forma errática, tenía un objetivo que cumplir. A saber, averiguar dónde coño íbamos a estar y por donde nos íbamos a mover el primer finde de octubre. Y es que tengo otra boda de otro primo allí. Ya sé dónde está la iglesia, dónde es el banquete y dónde nos hospedamos (que me llevé una alegría al comprobar que su cutrez se compensaba por la presencia de, por lo menos, tres gatos, en sus inmediaciones), además de qué sitios podemos visitar a pie por allí. Así que ahora si alguien de mi familia me dice en Santander “yo creo que no es por ahí”, yo podré decir “los cojones no es por ahí, me lo vas a decir tú a mí que he estado ya 4 veces aquí y me he hecho todas las rutas”. Y sentaré cátedra de guía oficiosa de la familia. Lo malo que tiene esa ciudad es que siempre pasa algo malo con el tiempo: o llueve, o hace frío, o amanece con vientos de 100 km/h, que fue lo que pasó esta vez. Yo ya veía que hacía un poco bastante de aire, pero como a veces soy un poco chula e inconsciente, me levanté de la cama y abrí la ventana tan tranquila y…bueno, fue un milagro que no me rompiera la nariz del golpetazo o que la habitación, conmigo incluida, saliera volando.

Siguiente parada: Madrid. Terminal 4. Miles de cintas de equipajes. Menos mal que tardan un huevo en salir las maletas, porque si no el sitio justo donde se pasea la tuya lo iba a encontrar a tiempo la chencha (ups, sí debería intentar evitarlo). También puedo ejercer de guía oficiosa del metro de Madrid. La de horas que habré pasado. Me podría haber leído un libro enterito (y casi de los gordos). Del metrosur al norte de Madrid, tres líneas, tres tipos de trenes, varias combinaciones. Qué grande es Madrid. Cuántas distancias. El metro de Barcelona me sigue pareciendo más bonito que el de Madrid, más fácil de entender, más simple y con mejores correspondencias. Claro que la comparación no es buena, tal vez el metro de Madrid hay que compararlo con el futuro de Barcelona o con Barcelona incluyendo metro, FGC, tranvías, cercanías…En fin

Ya en Madrid me partí entre la familia en los pueblos del sur y los amigos en el norte. Entre el día y la noche. Entre la boda y sus preparativos y Chueca. La boda fue en Toledo. En la Iglesia tardamos una hora: misa de verdad, con la paz del señor y las ostias, etc, etc, con la familia y allegados leyendo cosas en el púlpito, en vez del cura (no faltó el inevitable párrafo “si no tengo amor, no soy nada”, leído por el hijo de mi prima). El cura se enrollaba mucho y gesticulaba y tal… y dijo una cosa con la que estoy de acuerdo pero que a vosotras os parecerá una tontería (no, no fue la frase de que el matrimonio es entre hombre y mujer). Dijo que la gente se tenía que casar no porque estuvieran enamorados o se quisieran, que también, sino para amarse. Es un rollo con el que estoy de acuerdo, si lo entendí bien. No se puede una dejar llevar por lo que surja y por lo que sienta en cada momento, entonces la estabilidad emocional/sentimental, que creo que debería representar el matrimonio, no se daría nunca. Porque es imposible sentir mariposas en el estómago por una persona toda la vida, ni siquiera un tiempo prudencialmente amplio. Hay que hacer un ejercicio de compromiso muy bestia, tener mucha voluntad y perseverancia para estar con una persona, en lo bueno y en lo malo, en la riqueza y la pobreza y…. todos los días de su vida hasta que la muerte los separe. A lo mejor algunos tienen ese compromiso y después lo pierden. Pero estoy segura que una gran mayoría se casan sin haber pensado seriamente en que se van a tener que esforzar y mucho para crear lazos sólidos entre dos que permitan mantener (bien) la relación cuando inevitablemente la oxitocina deje de hacer su efecto, le veas a tu marido/mujer todos los defectos y sea un tercero/a el que pueda humedecer tu entrepierna.

Bueno, y después el banquete: embutidos y salmones, mariscada y una pierna casi como la mía, pero de un animal comestible. Obviamente, sobró comida. Yo, en sabiendo que iba a ir a Chueca por la noche, me decía a mí pispa “mac, no bebas mucho”. Y lo cumplí. Sólo bebí tres vasos de vino, un limoncillo y dos cubatas. Y eso para mí es poco, poco. Tanto que mi tío macgyver me dijo que le había decepcionado profundamente. En relación a la anterior boda a la que asistí hubo menos alcohol en mi barriga, pero también menos cánticos de los invitados y ningún regalo de los novios a éstos, menos broma, menos emotividad…sería por ser por la tarde, sería por ser toledana, qué sé yo… Al menos hubo algo igual, además de mi tía la que no habla bailando todas y cada una de las canciones para inmediatamente después de que parara la música quejarse de lo muchísimo que le dolían los pies, y fue la simpatía arrolladora de la mujer de mi primo, el alma de la fiesta aunque sea ya responsable de dos niños pequeños. Siempre encuentra un hueco para formar algún jolgorio y hacer a todos reír. Siempre tiene palabras para todos, incluso para mí, la cosa tímida esa que habrá visto 3 o 4 veces en su vida. Es increíble. Creo que mi tío macgyver grabó algún vídeo protagonizado por ella que sería susceptible de subir al youtube a juzgar por sus risas y las lágrimas que se le saltaban cuando lo revisaba.

He de confesar que a veces en medio de las bodas de mis primos (es que se están casando todos, qué pesados, qué horror) pienso que voy a ser la única en no ser protagonista de eso y el alcohol en mi interior dice ¿y por qué no? Y a veces fantaseo con ello. Y creo que ya he puesto como mi mujer a un montón de tías, a veces inventada, a veces real… con algunas no se me ocurre, con otras no me atrevo. E imagino a quien invitaría y cómo sería la cosa sin Iglesia, y quién de la familia diría “a una boda de tortilleras yo no voy, qué asco”. Y pienso en besos interminables a mi mujer jaleados por las servilletas arco iris de los amigos homosexuales que invitaríamos y de algún que otro homófilo que se subiría al carro... Pero enseguida me despierto y pienso, “sí, yo seré la única” y vuelvo a la barra libre. No, no me gustan las bodas.

Ya por la noche, en el sur de Madrid, volví a pillar el metro para salir por Chueca hasta que amaneció. La noche anterior había sido suave: una cena y una copa, no diferente a lo que suelo hacer en Barcelona. Pero la noche de la boda no. Fue una especie de delirio, jiji. Hubo un momento antes de ir a Chueca que pensé en tomar una aspirina porque mi cabeza, que había sido expuesta a paquitos chocolateros y demás se quejaba, pero no lo hice y fue empezar a beber cubatas y pasárseme todo... Una noche larga como otra cualquiera, en la que obviamente no ligué, y casi mejor porque había demasiados tíos, mientras el imán que tengo de amiga atraía hasta las moscas (y es que ya liga hasta por teléfono en el trabajo)…Y cuando nos echaron a las seis de la mañana estábamos con dos tipos (una pareja) que resulta que en menos de dos horas, en el ambiente y cargaditos todos como íbamos, nos habían calado a los tres que salimos. Tampoco hace falta expresar tus opiniones acerca de gente que acabas de conocer, quizá es poco respetuoso, máxime cuando dices también cosas malas de ellos. Y podíamos decir que suena a presuntuoso pretender que conoces ya a alguien en esas circunstancias. Pero lo curioso del caso es que no iban nada desencaminados en sus apreciaciones, bajo mi punto de vista. Será que somos demasiados transparentes, será que eran videntes, será que todo es más obvio de lo que pienso. El peor parado fue mi amigo, que según parece se dedicó a polemizar con ellos toda la noche, y la mejor la imana, que la única frase un poco fea que debió de oír fue la de que sería una reina si perdiera cinco kilos. Bueno, tampoco hace falta, ahora es una reina rellenita, que mola más. Y como sé que os habéis leído todo en diagonal, dejo el tema aquí. Seguro que nadie hace la pregunta obvia llegados a este punto. Porque -ahora lo tengo más claro que nunca- francamente, no intereso a nadie.

Y el domingo por la mañana era un zombi, despierta como estaba desde las 8 am del día anterior. Apenas pude dormitar media hora en el coche de vuelta a Barcelona. Y lo primero que pensé al bajarme, a pesar de todo, fue “estaba mejor en Madrid que aquí”. Será por salir, será porque el trabajo está aquí y no allí, será por Madrid, será por ti, será por mí, será por no dormir. Es la segunda noche que paso en blanco por placer, aunque es la primera vez que tardo tanto en pillar la cama de nuevo (hasta las 22h del domingo). La primera fue infinitamente mejor (sí, por supuesto, también mucho más placentera, en toda la extensión literal del término). Y es que, para mí, el pasado, irrepetible, fue mucho mejor que este presente y seguro que el futuro que me espera. Y a veces me pregunto para qué seguir. Y a veces pienso qué coño hago aquí todavía. Pero aun no siendo perfecto, fines de semana como éste vivido supongo que merecen la pena. Estar y disfrutar con gente como cake, como la mujer de mi primo…hacen que la vida sea más llevadera. Que tenga su cierto sentido. Aunque las lágrimas estén a la vuelta de la esquina. Aunque aún me quede tanto dolor que soportar, tantas puñaladas que recibir, tanta tristeza en el alma, tanta desesperación, tanta mala suerte, tanta sensación de ser la última puta mierda de este mundo, tantos días y tantas noches sola, acabada, deprimida y sin nadie que se acuerde positivamente de mí.



12 comentarios:

Ojos tristes dijo...

Mac,

El próximo viaje a Cantabria escápate a "La capital del mundo" seguro que los cántabros saben a que me refiero.

¿Que puedo decirte de la última parte de tu post? es fuerte que una persona se sienta así pero yo ayer por la noche estaba sentada en el sofá consumiendo mi paquete de tabaco( mi máximo son 4 cigarros/dia) y sintiédome también la última mierda de este mundo y preguntándome que coño he hecho para merecer todo lo que estoy sufriendo... Ya sé que no te voy a consolar ni te va a servir de nada pero entiendo como te sientes y llega a ser desesperante...

De todos modos te envío un abrazo positivo.

coses2 dijo...

Un post muy divertido. Tendrías que viajar más para entretenimiento de tus lectoras. Eso de que te conoces Santander, no sé, no sé... En mi pueblo te sigues perdiendo.
Sobre el enamoramiento y el matrimonio te podría explicar lo que dice un libro que me he leído pero seguro que me dices q son milongas así que reproduciré el comentario que en la boda que fui le hizo al novio mi compañero de mesa "No te lo acabes todo, que es para siempre!!" y luego se partió de risa (y yo también).
Yo pienso en ti positivamente (aunque no te lo creas)

Blau dijo...

hey hey heyyy... yo si.

PetitaCriatura dijo...

Pese a todo eso, sigue teniendo su sentido. Tú lo has dicho.

Espero que me invites a tu boda, macbollita. Me gustaría ir, no sólo porque me gusten las bodas en sí, sino porque yo también soy una de las que se acuerdan positivamente de tí. Acaso creías que te ibas a librar de nosotras tan fácilmente? En la boda habrá “cassoulet”?

Gracias por el video de Nena Daconte, me ha encantado.

:-*

Dark dijo...

Que digo yo que si mejor te hago una copia de mis guardias y asi puedes preparar un fin de semana en el que pueda darte la lata como dios manda!!???. ¿es que siempre tienes que venir cuando estoy con vagos y maleantes?... Por cierto.. ¿se te ha pegado ya esa otra frase tan de mi nieta Cake: "cuentame un cuento".?.. pues hasta que eso no suceda, ya te estas viniendo pa'Chueca!

Unknown dijo...

Yo pienso positivamente en tí, aunque a veces desaparezca, aunque a veces no sepas de mi en mucho tiempo, aunque a veces no lo demuestro. Creo que muchas de nosotras pensamos positivamente en ti...me consta que petitacriatura, y todas las que nos asomamos con más o menos frecuencia a tu rincón, pensamos positivamente en ti. Así que, me haces el favor de dejar de pensar boberías...HOMBREPORFAVOR!!!!!

Kissesss
cake

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Yo pienso mucho en ti, en positivo y en verde. Te quiero un montón.
No des muchas vueltas a las cosas y si tienes algún problema con algunas personas háblalo y diles lo que te ha podido hacer daño.
Un beso.

Unknown dijo...

Mi querida cake, no tengo ninguna queja de ti, al contrario, siempre me has tratado tupendamente y lo agradezco infinitamente. Yo seguro que no lo demuestro, porque soy una analfabeta emocional, pero me caes fantásticamente bien.

Dark, casi que sí, que me mandes copia de tus guardias. Hay que ver, dos veces que voy y las dos de guardia. Si acaso la próxima vez nos pilla igual, te traes a los vagos y maleantes pa Chueca, jiji.

Besos Blau.

Ojos, a todo el mundo le pasa que a veces están en la parte baja de la vida y a veces en la alta. No me cabe duda de que pronto se pondrá en marcha la noria y subirás. Incluso a mí me ha funcionado dos veces. Aunque ahora se ha estropeado y no hay dios capaz de ponerla en marcha de nuevo. Y menos, yo. Pero tú eres diferente, seguro. Y te funcionará pronto, no se te ocurra dudarlo.

Necesitoabrazos (yo también) gracias por aparecer por aquí. No hace falta que ponga lo mucho que te quiero ¿verdad? Ya está hablado. Con el tiempo se me pasará, supongo. Aunque hoy estoy zombi porque no he podido dormir en toda la noche. Besitos.

Anónimo dijo...

Hola guapa, quiero ver esa sonrisita, ¡muy bien, así se hace!, sólo se trata de mover un poquito la musculatura facial y se obra el milagro.

Un beso y un abrazo.

EQMEVD dijo...

qué envidia ser la guía oficiosa de nada!
Yo me sigo perdiendo para volver a mi casa- después de cuatro años!-
me fijo en los escaparates, pero cada vez que los cambian me tengo que aprender el camino de nuevo.
me ha gustado- y me he reido con el post- y esos que detesto las bodas
:)

Unknown dijo...

Hola, el que mai. Benvinguda y gracias por tu comentario. Me alegro de que te hayas reído con el post. Mejor perderse por las ciudades, que en la vida y en las relaciones personales, que es lo que me pasa a mí.

Por cierto, preciosos ojos (asumo que el otro será igual, jiji).