..que dos carretas!

Tengo muy abandonado últimamente el blog, ¿no? Bueno, no sé. Lo justo. Tengo la mente en otras cosas y no estoy inspirada. Sólo aparezco para hacer algunos apuntillos en plan batiburrillo:

1. Madre me tenía más que engañá. Toda la vida diciéndome que “tiran más dos tetas que una carreta” y yo convencida absolutamente de ello. Para que me venga la mala malísima a decirme que son dos carretas. Y yo que una, y ella que dos… Y google, el árbitro de este tipo de gilidisputas, dijo que dos: casi 33.000 referencias por poco más de 70 para una carreta. Y la broma me costó 35 euros y pico de una cena. Ay. Y me dejó la sensación desagradable de que algo que yo tenía asumido era incierto. Y la reflexión filosófica de que a los padres y demás familia de una les debe pasar algo parecido cuando descubren que una es de la acera de enfrente. Eres una niña y asumen que serás hetero, y cuando descubren que se equivocan y que eres un poquito lesbi (pojemplo, buscando en búsquedas de google y encontrando sólo “rollo bollo”, “tías en bolas”, “l Word”, y cosas asín), pues les debe de quedar esa sensación desagradable. Y les debe de costar asumir la realidad. Me cuesta hasta a mí y eso que es algo intrascendente: “Tiran más dos tetas que ….UNA CARRETA, coño!”. Vale, no, que dos. Joder.

2. Alucino en el metro. Cuando no he podido pillar periódico gratuito que leer, me entretengo mirando a los demás y leyendo sus periódicos por encima de sus hombros. Y no falla. Cuando alguien tiene el Qué! ese va mirándose las noticias en diagonal, viendo los santos, como dice madre, y pasando hojas, que no me da tiempo a mí de nada, y cuando llegan a la/s página/s de sucesos, se detienen tres paradas! que pueden leérselo de pe a pa y dos veces. Y no sólo les pasa a las marujas, que ya llevan en los genes el gusto por lo truculento, sino que he pillado haciendo lo mismo a tíos, jóvenes, nacionales, extranjeros.. Yo, sin embargo, si algún día el Qué! no tiene esa página ni me entero, porque paso de ella totalmente. Me siento tan distinta al resto de la humanidad…

3. Hace un año por estas fechas –de calendario- se acercaba una hecatombe. Hace un año por estas fechas –de SS- me encontraba muy triste y deprimida. Podéis releer el blog por aquellos entonces para notarlo (pero tampoco hace falta, eh!). En esos momentos si alguien me hubiera dicho cómo estaría en el momento presente, un año en después, no me lo habría creído, habría insultado por tomarme el pelo al agente del futuro que me lo hubiera dicho y habría gritado que los milagros no existen. Y es que hace un año lo que hoy estoy viviendo me parecía un sueño inalcanzable.

4. El robocop!. Sí, bueno, es la moda. Ya he intuido a mi tía la que no habla interesándose por ello y creo que nada ni nadie nos va a librar de ver cómo lo baila en alguna celebración familiar de ésas que se avecinan. Ni aunque el chikilicuatre quede el último en eurovisión. Yo no soy eurofan, así que no me molesta en absoluto que hayan seleccionado a este personaje y a esa canción chorra para representarnos. Porque si te pones a pensar, todas las canciones que se han puesto de moda eran idioteces de más o menos intensidad, especialmente las canciones del verano con coreografía incluida, tipo macarena, aserejé, las del georgie dann…e incluso si me apuras el “no rompas más mi pobre corazón”, que le tengo animadversión porque no he tenido ovarios de aprenderme el baile. Y si te pones a pensar, eurovisión es un rollo en el que los países se votan por ellos mismos y no por el tipo que cantante que lleven ni la canción que interpreten; y además, ya somos especialistas en quedar de los últimos y hacer el ridículo con cosas serias; y además, que eurovisión es cada vez más friki, que coño!. Total, que a mí no me parece mal lo del chiki chiki. Perrea, perrea.