domingo, 27 de noviembre de 2005

el problema del amig@ de buen corazón

Hay personas que desempeñan en la vida el papel del amigo de buen corazón, ese sosito buenazo que sirve para escucharte cuando estás mal sentimentalmente, mentalmente, y del que luego, simplemente, te olvidas cuando vives la vida y te sonríe tanta gente simpática y salerosa. Sabes que con lo bueno que es, siempre estará cuando te vuelvas a acordar de él, que será básicamente cuando necesites volver a llorar en su hombro o cuando le participes que pasa algo grande en tu vida, pojemplo, que te casas.

Ese buenazo puede que tenga el corazón sensible y tenga la desgracia de ser un enamoradizo romántico, y que además, haya vivido demasiado poco la vida como para haber perdido la inocencia (por eso, entre otras cosas, es buena persona). El buen amigo puede enamorarse de ti, locamente, perdidamente, sólo como los héroes de las novelas absurdas romanticonas pueden hacerlo. Entonces lo más sensato que puede hacer es callarse y sufrir en silencio. Y si comete la tontería de decírtelo, entonces le dices que lo sientes, pero que no es tu tipo, pojemplo, le das palmaditas en la espalda, un beso casto en la cara, le dices aquello de "pero seremos amigos para siempre, puedes contar conmigo para lo que quieras, bla, bla, bla" y tal vez, si te acuerdas en algún momento de él, le puedes decir a ese hombre/mujer que te vuelve loc@ y con quien mantienes un tórrido romance, algo así como "pobre, con lo bueno que es", o si no estás con nadie, simplemente lo puedes pensar.

En definitiva, que jamás se te pasará por la cabeza enamorarte de él ni nada que se le parezca. Porque en este mundo no hay sitio para los simplemente buena gente. Hace falta más, mucho más y diferente para atraer a alguien. Ser ambicioso, guapo, simpático, sensual, activo, hasta macarrilla, vestir a la moda, tener un físico perfecto.... Ser un triunfador, en definitiva. ¿Qué le espera al amig@ de buen corazón? Joderse, en primer lugar. Y seguir jodido, si no quiere o no puede cambiar. Si quiere algún día presentar a una de esas personas que le roban el corazón como su chic@ tendrá que cambiar, transformarse en otro, dejar su inocencia y su bondad, tal vez ser más egoísta, ir al gimnasio, vestir a la moda, hablar como marca la calle, decir las paridas mayores que se le ocurran, en fin, dejar de ser él, en definitiva.

A mí me parece francamente muy triste. Me parece horrible que no haya nadie que pueda querer de verdad a este chic@ de buen corazón, tal y como es. Supongo que es un daño colateral de esta mierda sociedad en la que vivimos. Ni siquiera otra chic@ sosainas que tiene simplemente un buen corazón, le podría valer. Porque incluso a éstos le deslumbran y les interesan otro tipo de gente y no dudan en cambiar para conseguirlas. Es todo muy triste. Yo soy una de esas amigas que caen bien porque soy buena gente, pero que no gusto a nadie y que tiene la maldición de no poder enamorar a nadie. La disyuntiva es o me transformo en alguien que no soy para atraer a alguna chica, o me jodo y asumo mi papel de don nadie, la bondadosa solterona insignificante. Tal vez haya una tercera vía: simplemente negarse a seguir en un mundo que cada vez me cae peor y entre personas que forman una sociedad detestable donde las simplemente buenas personas están destinadas al fracaso, la burla y el olvido.

Jarabe de Palo:

Cómo quieres ser mi amiga
Si por ti daría la vida,
Si confundo tu sonrisa
Por camelo si me miras.
Razón y piel, difícil mezla,
Agua y sed, serio problema.
Cómo quieres ser mi amiga
Si por ti me perdería
Si confundo tus caricias
Por camelo si me mimas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La tercera vía no es la solución (si fuera la tercera dimensión...), sabes que te lo dice alguien muy parecid@ a ti.
Un beso.

Anónimo dijo...

mmm, creo que una mezcla de todo estaria bien, no? ni ser la pelotuda buenaza, ni ser la maldita globalizada ;)

Anónimo dijo...

Vale. Soy una sosainas, una rara, algo cómica. Mona, pero empalagosa. Rara, rrrrara rrrrrrara. Pero sobre todo sosa. Emocionadilla. Una pringá.
Eso es lo que soy.
Me creo la ostia, no sé de dónde he sacado esa idea. Quizás mis padres me hicieron sentir que era el centro de mi universo y todavía no me he dado cuenta de que el universo es plurifocal. (ya estoy con mis palabras raras. Retorcida y rara. Me odio. Lo malo es que sólo retorcida y rara dejo de aburrirme a mí misma).

Vale, paso de las chicas malas. Paso de querer ser otra persona distinta de lo que soy. Y como de entrada pienso que ninguna de las dos le va a gustar a la otra, no te intentaré convencer de que eres maravillosa. Tú sabes que no. Se trata de encajar una pieza imposible en un mundo ..que a mí.. tpoco me hace hueco tal y como soy.
Un saludo